sábado, 14 de marzo de 2009

Esta Soy Yo?.... o Solo Mi Reflejo?


Espero que sepas que esto sea tuyo, aunque no diga tu nombre, decirte que no me digas porque confió en ti, con todo lo que eso conlleva, que nunca me has juzgado, eso no significa que no puedas hacerlo, pero solo decirte que necesito un “aliado” espero que no sea mucha carga ,agradecerte de antemano todo lo dado y bueno pues espero que todo lo que nos queda por dar , que soy capaz de decirte cosas que no le diría a nadie ,no se el porque pero creo que llegados a este punto poco importa, que tal vez me reconozco en muchas cosas tuyas ,que me encantaría poner en practica lo que se, pero no se como porque dios quien me ha visto y quien me ve solo soy una sombra de lo que fui si me hubieses conocido……yo era de las que decía me como el mundo!!! Pero un 5 de noviembre de 2000 el mundo me trago enterita, no dejo nada de aquella personita, de vez en cuando la atisbo pero solo son flashes algún recuerdo residual de aquella personita que un día existió y bueno entre lo que me sucede y encima que soy mi peor enemigo, pues tu me dirás solo decirte que espero no decepcionar a quien tu y yo sabemos, espero que entienda que me encanto que estuviese aquí que es tal cual me lo esperaba yo diría que mejor, que agradezco que aquel día lo que fuese nos “uniese” pues nada que estos días seré mas pesada si cabe.Ah que tal estas?................................

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Qué cómo estoy? Cada día más loco, cada días más perdido, cada día más distinto y más igual, cada día más espeso, más extraño. ¿Qué te pudo decir? No lo sé. No sé qué he hecho de bueno para que confíes en mí. No me considero ni tan siquiera buena persona y creo que todo el daño que he hecho se me ha vuelto para mí de distintas maneras. Y luego aparece alguien como tú y quedo extrañado y con una dicotomía, confiar o no, hablar o callar, creer o no creer. Hay días y días. Días en los que agradeces la presencia aunque no física, agradeces que estés ahí, otros días piensas que eres abrumadora, que vales mucho como para que me regales palabras y confianza. Creo volverme loco por momentos y no sé ni tan siquiera si mis palabras te hacen bien. Me dices que te doy paz y me quedo perplejo porque pienso que tal vez estés viendo sólo una ínfima parte de mí. Tal vez no me haya mostrado tal cual, a fin de cuentas, poco sabes de mí, pero no me pones en duda, no piensas que tal vez pueda ser como todos y crees a pies juntillas que no te haré daño, cuando lo cierto es que hasta a las personas más bondadosas les he dañado. Y no pretendo meter miedo ni nada por el estilo, pero he visto demasiadas veces esta escena para que no pase inadvertida. Me siento orgulloso de que me consideres un aliado, me extraña, pero en cierta forma me reconforta que confíes en mi. Yo tampoco sé cómo se ha llegado a este punto, bueno, sí lo se, se ha llegado hasta este punto porque tú eres la culpable (en el buen sentido) y por eso tal vez veas algo bueno en mí que tal vez ni yo mismo sepa ver. Me has cogido en una de las etapas más jodidas y apenas sabes retazos. Sé que tú no tienes la culpa de nada, pero por muchas cosas sucedidas estos últimos meses toda mi vida y la percepción de la misma ha cambiado y tú te has beneficiado-perjudicado de todo ello.

Lo siento, mi cabeza está cansada, mi cuerpo destrozado, mi corazón traumatizado y los recuerdos y las nefastas visiones de futuro me atenazan. Como te he dicho en alguna ocasión, si encuentras cura o visos de encontrar un camino fiable que recorrer, dímelo, pus no quiero envejecer con esta sensación tan antagónica dentro de mí.

En cuanto a ti, no te acomplejes, cada uno es lo que es, y somos lo que somos hoy, no ayer ni mañana, hay que saber vivir con lo que nos ha tocado y si logras ser medianamente feliz o estar contenta con esa circunstancia, habrás conseguido seguir sacándole todo el fruto a la vida, en ese sentido sí te puedo ayudar, pues sé cómo hacer para que la vida merezca la pena, el ejemplo lo tuviste el pasado fin de semana con el que hasta hace poco yo personalmente llamaba “aprendiz” y ahora se ha convertido casi en maestro.

Gracias por tus palabras, más, no creo merecerlas más que otros que han estado más tiempo y han hecho, desde luego, no me cabe duda, muchos más méritos que yo. Sin mí, también hubieras podido seguir, también lo sé, pero tu calor lo siento, y ayuda… vaya si ayuda…